Por la frescura que transmite al leerlo; por la mezcla de realidad
y fantasía; por enseñarnos que hasta los niños extraterrestres sienten cariño por
los animales; por los giros que toma el relato de forma inesperada; y por
mostrar que los animales siempre permanecen fieles por más que los humanos los
hayamos abandonado. Por todo esto y porque hemos disfrutado leyéndolo, el
PREMIO AL MEJOR CUENTO EL CUARTO HOCICO va para el cuento…
UN PERRO MILLONARIO, de Raúl Aparicio, del CRA Las Viñas,
Aula de Bureta.
Os dejamos leer este maravilloso cuento:
UN PERRO MILLONARIO
¡Hola! Soy Leo,
un perro que ahora vive con un millonario, pero empezaré a contaros mi historia
desde el principio:
Al nacer, un
hombre rico me acogió y me puso el nombre de Leo. Ese hombre se llamaba Fede.
El primer año
en su casa unos ladrones entraron a robar, pero yo les ladré y les asusté tanto
que se fueron corriendo. Como Fede ya estaba asustado, metió todo su dinero en
un banco de ahorros, con tan mala suerte que su banco quebró. Así que se quedó
pobre y me tuvo que abandonar.

Al mes de estar en la calle, unos extraterrestres vinieron a la tierra y me
acogieron como su mascota. Como yo no podía respirar en el espacio me hicieron
tragar una pastilla para poder respirar. Cuando llegué a su planeta, que era
Júpiter, me sentí muy alegre, y aunque hacía mucho frío me fui acostumbrando.
Me fui a vivir con una familia de extraterrestres llamados Pachinos, pero
cuando ya llevaba tres meses viviendo con ellos, empecé a sospechar que algo
raro pasaba porque me daban mucho de comer. Un día después, la familia Pachino
vino en silencio a mi cuarto y me ataron con cuerdas porque querían comerme,
pero el hijo pequeño de la familia me liberó porque le daba pena y me dio su
nave espacial para que volviera a la Tierra.
Monté en la
nave y cuando ya estaba encima de mi planeta, el planeta Tierra, me quedé sin
gasolina y caí en picado. Menos mal que caí en una piscina, pero aún así quedé
inconsciente. Cuando desperté, estaba en la casa del famoso perro Pancho (el de
la lotería), que también vivía con el calvo de la once. Como tenían mucho
dinero me dieron un millón de euros para encontrar a mi primer amo, Fede.
Cuando lo encontré le di el millón y nos hicimos ricos. Como Fede se alegró mucho,
me llevó a una perrera para que eligiera a una novia y me enamoré de
una chiguagua que se llamaba Belén.
Como Fede no quería quedarse atrás, se
enamoró de una mujer muy simpática a la que también le gustaban los perros,
llamada Paula. ¡Y todos juntos formamos una gran familia! Y así acaba mi
historia.
Espero que os haya gustado ¡Adiós!
¡Enhorabuena, Raúl!
Y a todos los que habéis
participado, deciros que es un honor contar con vuestras obras. Muchas gracias por estar con nosotros a favor de los animales. ¡Gracias
por ser cuartohociqueros!
Y a todos los que nos seguís, no dejéis de visitar EL HOCICO DE LOS CUENTOS, donde podréis leer verdaderas joyas de la literatura infantil animalista.
El Cuarto Hocico
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