PERROS ABANDONADOS Y ANCIANOS SE DAN ALEGRÍA MUTUAMENTE DESDE HOY EN ZARAGOZA

La magia existe: llamamos magia a transformar cosas imposibles en una historia maravillosa que deje a la gente con la boca abierta. Es lo que ha conseguido Zarapeludos con ilusión, con fe y con el empuje de mucha gente altruista y amante de los animales y de las personas.

¿Se os curre algo más bonito que conseguir ver una sonrisa en una cara de un anciano que ya había olvidado qué era sonreír? Eso es lo que desde hoy va a ocurrir en Casa Amparo, una residencia de ancianos de Zaragoza, gracias a unos perricos que habían sido abandonados. Ahora, esos animales dan y reciben alegría. Un ejercicio que bien querríamos para nosotros, los humanos. Analizamos esa sensación: dar y recibir, y se nos ponen los pelos de punta. 


De las yemas de nuestros dedos, al escribir esto sólo nos sale una palabra: GRACIAS. Gracias a Zarapeludos por luchar por un imposible y conseguir vencerlo; gracias a Casa Amparo por confiar en una idea fresca que va a cambiar la vida de todos sus ancianos para siempre; gracias al Alcalde de Zaragoza y a su Ayuntamiento (también a Manuela García Villamayor) por apoyar este tipo de iniciativas. 

Desde hoy creemos un poco más en la esencia positiva del ser humano.

Sabemos que os habéis fijado en las caras de toda esta gente. La alegría acompaña a cada uno de ellos. Pues bien. Aunque sea de soslayo, no dejéis de mirar a esos seres peludos que les provocan todas esas emociones. Los perrillos que veis allí y que un día fueron abandonados por humanos sin escrúpulos hoy han dado vida a otras personas sin pedir nada a cambio. Simplemente maravilloso. Y ahora os preguntamos: ¿qué reflexión podemos hacer tras ver noticias como esta?

EL CUARTO HOCICO