Fuentes: Web del INS Salvador Espriu
En alguna parte del templo de Delfos, dedicado al dios Apolo, se hallaba la inscripción "conócete a ti mismo". Esta advertencia tenía por objeto incitar al hombre a reconocer los límites de su propia naturaleza y a no aspirar a lo que es propio de los dioses. El exceso, la desmesura, la "hybris" es castigada por los dioses como la más grave falta que el hombre pueda cometer.
Apolo es el dios de los sueños y las profecías (el oráculo de Delfos era el más visitado de toda Grecia), el dios de la claridad y la belleza, y, sobre todo, el dios de la estabilidad, de la medida, de la forma, de lo limitado.
Sócrates, que puede ser considerado como el fundador de la ética, de la ciencia de la moral, se sirvió en sus enseñanzas de la inscripción délfica.
Saúl, rehabilitador de animales salvajes.
"Conocete a ti mismo". Se dice que estas palabras estaban inscritas en la puerta del templo de Apolo en Delfos, lugar de culto en la Antigua Grecia. A pesar de que se suelen atribuir al filósofo Sócrates nacido en (470a.c-399a.c), su origen se remonta más allá del siglo VI a.c, siendo más veteranas que la historia misma de la filosofía. La importancia de este aforismo atemporal en que orienta a los seres humanos a que exploremos nuestra realidad interior, donde se encuentra todo lo que necesitamos para poner fin a nuestro sufrimiento y alcanzar la plenitud que tanto anhelamos.
Hace unos días nos quedamos con la duda detrás del hocico. Una frase inscrita en el templo de Delfos. ¿Qué significaba? ¿Quién la dijo? Hoy, dos cuartohociqueros se visten de filósofos arqueólogos para explicarnos todo esto.
Rubén, la ardilla.
1 comentario:
Pero cuánto estoy aprendiendo a través de vosotros jajja... Gracias.
Muak
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